Damas Gratis sin duda debe ser la agrupación de cumbia más importante que existe hoy en la Argentina. Nacidos el año 2000 en el norte del gran Buenos Aires (San Fernando), son uno de los grandes íconos vivientes de la cumbia latinoamericana, tanto por su historia, su vigencia y la masividad que logran cada vez que se presentan en vivo.
Varios discos editados, shows agotados a lo largo de su carrera en distintos países, decenas de bandas que han seguido su legado y han iniciado camino replicando el sonido a imagen y semejanza de Damas Gratis en toda Latinoamérica, le dan las credenciales para ser considerados como un grupo único e inigualable.
Cada show es una fiesta donde las canciones se convierten en un eterno mix y cada recinto en una enfervorizada pista de baile sin pausa desde el inicio hasta el final de cada presentación. Porque este es el show de Damas Gratis.
Ana Tijoux es la chilena que protesta a ritmo de hip-hop. Su carta de presentación podría ser perfectamente lo que dicen de ella medios como The Rolling Stones que la eligió como la mejor rapera en español, The New York Times que la señala como la respuesta latinoamericana a Lauryn Hill, o revistas como Newsweek que la clasifica como la rapera latinoamericana más importante de la escena internacional.
Ana Tijoux nació en Francia en 1977. Sus padres se exiliaron durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, lo que ha dejado una huella en su carrera, marcada por una sensibilidad especial por temas políticos y sociales.
Su música dialoga al son del hip hop, fusionado. Feminista y activista en sus letras denuncia las carencias sociales y culturales. A favor de los derechos de las mujeres y contra la violencia de género, en 2014 destacó en su álbum “Vengo” la canción “Antipatriarca”. Es frecuente su participación en campañas contra la desigualdad y la opresión en el mundo. Tanto en su trabajo discográfico como en sus declaraciones públicas Tijoux se ha comprometido en la defensa de los derechos de las mujeres y se ha denunciado la violencia de género y la desigualdad.
Ana es una artista global. Apunto de publicar su primer libro de poesía y su quinto álbum de estudio, se atreve con todos los procesos creativos: compone, escribe y arregla tanto sus temas propios como los que desarrolla para diferentes proyectos audiovisuales, desde películas a documentales.
Tiene decenas de nominaciones a varios premios como los MTV, 40 Principales, Indie Music Awards y cuenta con ocho nominaciones al Grammy (tanto latino como anglo), convirtiéndose en la mujer chilena con más candidaturas a estos premios.
Para la anécdota, cuando salio “1977” el líder de Radiohead, Thom Yorke, recomendó a sus seguidores que escucharan la canción, lo que subió la popularidad de la artista en Europa.
La Dame Blanche entrelaza sus nativas influencias afro-cubanas con beats de hip-hop, trap, reggae, dancehall y reggaetón. El proyecto musical de la cantante y flautista Yaite Ramos Rodríguez la coloca en escena como revelación del rap en habla hispana, con una performance energética en la que se mixturan lo latino y lo urbano, lo aguerrido y lo sensual.
Nacida y formada en una familia de músicos y músicas, Yaite se nutre de sones, rumbas y boleros y comienza a explorar, desde la flauta clásica, la creación de un lenguaje musical propio. La vida la lleva a recorrer escenarios alrededor del mundo, colaborando por primera vez con artistas del latin jazz, el reggae y la cumbia. Estas experiencias confluyen en la manifestación de La Dame Blanche. De puerto en puerto, este personaje místico se embarca en un ritual que rescata historias silenciadas, del día a día, y las entrelaza con poderosos beats que dialogan de manera espontánea con la energía femenina y compañera de la flauta. Desde “Pirata”, su primer lanzamiento discográfico, La Dame Blanche navega con soltura la lírica explosiva del hip hop urbano cubano.
La Dame Blanche tiene en su haber cinco discos además de numerosas colaboraciones con artistas del mundo entero. Durante más de una década sus canciones han procurado ingresar humildemente en los hogares como un grito irreverente y oportuno que empodera y alivia con goce las cosas verdaderas de la vida.
